Bolivia enfrenta un 2024 lleno de incertidumbre, según actores políticos y expertos consultados. La debilidad institucional y las tensiones políticas son señaladas como los principales desafíos.

La implosión del MAS ha fragmentado la Asamblea Legislativa, debilitando la gobernabilidad del presidente Arce. Se prevé una difícil situación económica y la persistencia de un modelo estatal centralizado, generando incertidumbre y afectando los bolsillos de la población.
La falta de institucionalidad, la lucha interna en el MAS y la desinstitucionalización sistemática también se destacan como preocupaciones clave. La crisis económica y la necesidad de diálogo son aspectos críticos para afrontar los retos del país en el próximo año.
Vía: El Deber