En una entrevista, Gustavo Rodríguez expresó su preocupación por la interrupción de la carretera número uno del país en la ciudad de Tarija, donde se utiliza una avenida urbana como parte del tramo que conecta ambas carreteras. Rodríguez ha venido planteando esta situación durante más de diez años a través de los medios de comunicación y en reuniones con autoridades nacionales y departamentales, enfatizando la urgente necesidad de interconectar la carretera hacia el norte con la carretera hacia el Chaco y Bermejo.
El dirigente cívico explicó que la ruta número uno del país, también conocida como la ruta panamericana o la ruta Libertadores de América, va desde la plaza Murillo en La Paz hasta el puente internacional de Bermejo. Sin embargo, Tarija es el único lugar donde existe una interrupción, lo cual considera una vergüenza para la ciudad y para Bolivia en general. Esta interrupción afecta negativamente el transporte internacional, ya que los camiones con carga eligen rutas alternativas a través de Santa Cruz, lo que representa un daño económico para la región.

Rodríguez destacó que el flujo vehicular es fundamental para generar recursos económicos y movimiento económico en la región, algo que se ha buscado durante mucho tiempo en Tarija. Sin embargo, lamenta que, hasta la fecha, no se haya logrado avanzar en la concreción de esta conexión vial.
El dirigente cívico criticó el discurso actual de algunas autoridades nacionales y del sector del transporte, que plantean soluciones inviables. Mencionó que se habla de realizar estudios y diseños finales, pero se ignora el hecho de que no se lograría la liberación del derecho de vía en las áreas urbanas, como es el caso del Rancho y Tomatitas. Rodríguez propuso una alternativa que considera viable, que consiste en ir por Pajchani, al norte de San Lorenzo, y cruzar hacia el campo de Sella, donde se encuentra La Pintada.
El dirigente cívico sugirió que existe un trasfondo en este tema, ya que se pretende licitar el proyecto en el rancho a pesar de las dificultades que supondría la liberación del derecho de vía en esa zona. Rodríguez considera que se están buscando obstáculos para impedir la realización de la obra, lo cual ha generado una discusión continua durante años sin lograr avances significativos.
En relación a las responsabilidades, Rodríguez también criticó la falta de acción por parte de los gobiernos municipales. Opinó que, como alcalde, no permitiría el paso de tráfico pesado por áreas urbanas y, en su lugar, cobraría peajes para mantener las rutas que se están estudiando, como la primera circunvalación. Lamentó la falta de autoridad y respeto en Tarija, donde considera que no se respeta nada y cada quien hace lo que le place.