Las exportaciones de urea, producto destacado de la industrialización del gas natural en Bolivia, han tenido un desempeño débil durante el primer semestre de 2023. En comparación con el mismo período del año anterior, las ventas al extranjero se redujeron drásticamente en un 72%, pasando de $us 140 millones a solo $us 40 millones. Los analistas atribuyen este bajo desempeño a tres factores principales: la producción volumétrica, los precios internacionales y la capacidad no utilizada en la Planta de Amoníaco y Urea (PAU).

La cotización internacional del fertilizante tuvo un impacto significativo en las exportaciones de urea, ya que los precios bajaron de $us 1,000 por tonelada en 2022 a $us 300 por tonelada en 2023. La producción de urea también estuvo limitada por el uso incompleto de la capacidad instalada de la PAU. En 2022, la producción alcanzó un máximo del 48% de la capacidad, mientras que en años anteriores se mantuvo por debajo de ese nivel.
Este declive en las exportaciones de urea también tiene implicaciones para el sector de hidrocarburos, ya que el país está perdiendo la oportunidad de vender gas natural a precios más altos para su uso en la producción de urea. Expertos señalan la necesidad de una gestión más técnica y eficiente en la planta de urea, así como una reconsideración de la estrategia de exportación y producción de Bolivia en este ámbito.
Fuente: El Deber