La Agencia Europea del Medicamento (EMA) está revisando la azitromicina, uno de los antibióticos más utilizados en el mundo, debido a crecientes resistencias bacterianas, con algunas cepas ya mostrando más del 30% de resistencia en la Unión Europea.
El problema era que la azitromicina no es un un «medicamento más»: es uno de los antibióticos más utilizados del mundo y está perdiendo eficacia a marchas frozadas.

¿Qué pasa con la azitromicina? Es decir, ¿hay algún problema con ella? En la azitromicina en sí misma, no. Descubierta a finales de los años 70, por su versatilidad y facilidad de administración, este antibiótico se convirtió en uno de los medicamentos más vendidos y ha salvado millones de vidas en estas últimas décadas.
El uso excesivo durante la pandemia, aunque inicialmente se pensaba que podría mejorar el pronóstico del COVID-19, ha contribuido a este problema.
Un estudio en la zona de Valladolid encontró que el 96% de las prescripciones de azitromicina estaban fuera de indicación, lo que destaca la necesidad de abordar el uso inapropiado de este antibiótico para evitar pérdidas críticas en la eficacia de los tratamientos antibióticos.
Vía: Xataka